Luthor salió y entró en una zona aislada del fuerte para poder hablar con 1000 adecuadamente. Aunque los miembros del batallón no se desmoralizaban fácilmente, todavía era necesario un estricto control de la información.
—¿Estás aquí? —preguntó Luthor en la habitación vacía.
En respuesta, una pequeña línea se grabó en la pared junto a él, indicando que 1000 lo había seguido como se le había instruido.
—No hace falta mencionar que algo va mal, pero ahora creo que estamos siendo específicamente atacados. Necesito que salgas del fuerte y averigües quién es el enemigo y qué están planeando.
1000 grabó una marca de verificación en la pared antes de desaparecer. Aunque podía tocar el mundo que lo rodeaba, 1000 no dejaría rastro alguno, ya que solo afectaría físicamente al mundo si él lo quería. De lo contrario, no dejaría ni huella en la arena.