La figura de Lex estaba congelada, su mirada fija en la armadura sin cabeza. Su mente estaba clara, sin instrucciones de seguimiento, lo que significaba que la pelea había terminado. Al sentir que la amenaza disminuía, su estado de Sobrecarga desapareció gradualmente, y en el rostro de Lex apareció una sonrisa emocionada.
Había estado luchando con la intención de la espada durante tanto tiempo, ¿quién podría haber adivinado que llegaría tan rápido y tan fácilmente? Incluso logró superar el primer obstáculo en el desarrollo de la intención de la espada. Aún estaba lejos de ser suficiente para absorber la intención oculta en su alma, pero era un buen comienzo. Además, Lex había superado a un enemigo mucho más poderoso utilizando solo sus propias habilidades. Se sentía bien.
—¿Te sientes complacido contigo mismo? —preguntó Cassandra, cuya expresión ya había vuelto a su estado normal y neutral.
Al notar la naturaleza retórica de la pregunta, Lex no respondió.