Agobiado

El proceso de sanación esta vez no fue ni mucho menos tan rápido como lo que había experimentado Lex anteriormente, pero al menos estaba insensible al dolor. Al principio, Lex pasó un tiempo conversando con Mateo, pero cuanto más tiempo pasaba envuelto en esta hoja, más somnoliento se sentía. Sospechando que el sueño llegaría en breve, practicó la técnica para evitar adivinar cualquier cosa y luego se permitió quedarse dormido.

Los suaves sonidos del agua alrededor le hacían compañía, meciendo ligeramente la hoja de lirio en la que estaba y le permitían caer en un sueño profundamente profundo.

Cuando Lex se despertó, se sintió increíblemente refrescado y listo para aprovechar el día, pero la hoja no se había desplegado todavía. Consideró si se suponía que la abriera por su cuenta, pero afortunadamente se comunicó primero con Mateo.