Visiones preocupantes

—Estoy listo. —comentó Lex.

Lex, completamente inmerso en su experiencia onírica, sabía en algún nivel profundo que estaba soñando, labor que realizaba sin ser consciente de que ello no alteraba nada. Se veía como un espectador viéndose desde una posición elevada, pero simultáneamente sentía todo lo que su yo soñador experimentaba. Era a la vez juez y parte.

—Estoy siendo cazado —pensó Lex—. Algo me ha localizado con métodos que escapan de mi entendimiento. Ha usado algo para inmovilizarme, impidiéndome regresar a la Posada. No es un bloqueo en el sentido estricto, pero crea una necesidad urgente.

—A pesar de los riesgos, a pesar de todo, necesito escapar. Debo llegar... debo encontrar... —dijo, antes de que pudiera completar su pensamiento, una presión conocida envuelta en lo que ahora comprendía como el Poder del Dragón lo cubrió, y un enorme ojo amarillo apareció. La oscuridad cayó, haciendo que el sueño cambiase.