—Qué cooperativo estaba siendo el sistema era completamente inesperado en nombre de Lex y lo desconcertó. Pero el problema era que, aunque el sistema estaba cooperando, Lex no aprendió nada nuevo.
Así que no solo Lex tendría que pagar alguna clase de penalización por sus preguntas, sino que tampoco estaba obteniendo respuestas reales. La única certeza que tenía de que el sistema no tenía intenciones de hacerle daño era su palabra. Por ahora, viviría con eso.
Sin embargo, lo más importante para él era asegurarse de que el sistema no se fusionara con su alma y que él tuviera voz y voto en cómo operaba la Posada de ahora en adelante.
Se mostraba inflexible en rechazar la fusión, ya que su alma era literalmente él. Si un sistema increíblemente poderoso, que también tenía un alma propia, se fusionara y se convirtiera en parte de él, Lex no tendría idea de si seguiría siendo Lex en el futuro, o si sería el sistema. O tal vez, sería algo completamente nuevo en su totalidad.