Explorar el reino de Medianoche era muy divertido y ofrecía muchas nuevas aventuras y experiencias, así que era un poco triste que Lex tuviera que renunciar a ellas. Cuando llegó a las Islas Notknit vio innumerables comunidades y varias razas interesantes.
Las islas parecían estar principalmente ocupadas por bestias y plantas conscientes que habían aprendido a moverse. Formaban una dinámica interesante entre ellas, lo que resultaba en una rica historia y diversa cultura, sin mencionar algunas costumbres extrañas.
Lex no quería nada más que meterse entre ellas, conocer a los locales, enfrentarse a los matones del territorio y abofetear algunas caras. Incluso desafiar a los líderes de la Isla parecía una experiencia interesante, ya que de alguna manera habían logrado capturar y entrenar monstruos que podían vivir en el mar del caos. Pero no tenía tiempo para nada de eso.