—¡BANG!
Lex utilizó el martillo para golpear el propio espacio frente a él, causándolo a resquebrajarse. Sin embargo, las grietas también comenzaban a curarse en el mismo instante en que se formaban. Este lugar no era como BGY-987, el planeta donde el Batallón Medianoche le había esperado.
Allí, la textura del espacio había sido frágil y delicada, rompiéndose fácilmente. Eso era tanto una ventaja como una maldición, porque facilitaba el uso de técnicas espaciales destructivas, y maldición porque si no tenía cuidado, acabaría destruyendo mucho más que solo espacio.