¿Cuándo se van a casar ustedes dos?

—¿Estás listo? —preguntó Melia mientras miraba a Nux.

—Cl-Claro —habló Nux con una sonrisa segura en su rostro, una sonrisa que no coincidía en absoluto con su tono.

—No pareces listo para mí —bromeó Allura mientras se reía.

—¿Oh? ¿Mirándome así? ¿Vas a azotarme? —preguntó Allura mientras movía su cintura de manera seductora, enfocándose en sus curvas. Cada movimiento suyo irradiaba un encanto que hacía que el hermanito de Nux sintiera un ligero picor.

Allura era realmente peligrosa.

—Si vas a dar azotes, ¡inclúyeme! ¡Yo también quiero ser azotada! —Por supuesto, Edda no iba a dejar pasar esta oportunidad.

—Yo... yo tampoco me opondría... —habló Lane con su voz habitualmente baja.

Las otras esposas comenzaron a mirarse entre sí, sus rostros decían muchas cosas, pero ninguna de ellas dijo nada en voz alta. No eran descaradas como Lane, Edda y Allura. Lo que hicieran dentro de una habitación, debía permanecer oculto.

—... —Nux no sabía qué hacer.