Ese evento sería el último de sus preocupaciones.

—Ese chico realmente logró conquistarte, eh —comentó Eisheth mientras miraba a Melia.

Melia intentó ocultar su expresión, sin embargo, la leve sonrisa en su rostro mostró lo feliz que estaba.

Después de ser recibidas por Alaric y Orfeo, Eisheth y Rune decidieron no quedarse junto a los otros líderes, sabían que no pertenecían a ese grupo.

Las dos conocieron a las esposas de Nux.

—Bueno, él es mi Nux, después de todo —Allura se rió entre dientes.

Eisheth echó un vistazo a Allura y a las otras mujeres de Nux y no pudo evitar sentirse extraña,

—Todavía no puedo entenderlo... ¿Cómo diablos todas ustedes se convirtieron en Grandes Sabios? —Rune, que estaba justo al lado de Eisheth, asintió continuamente con la cabeza. Ella había visto a todas estas mujeres hace menos de 2 meses, excepto esa súcubo, todas eran Emperadores, ¡pero ahora, se habían convertido en Grandes Sabios como si no fuera nada! ¿Cómo es eso posible?