No vas a escaparte pronto **

—Más rápido. Devórame, esposo —dijo Aisha con una mirada casi ebria en su rostro.

Al ver su expresión, una extraña sensación invadió el corazón de Nux.

Él avanzó, sin esperar su repentino movimiento, Aisha torció su pierna y resbaló. Cuando ambos estaban a punto de caer, Nux aprovechó la oportunidad para girarse, manteniendo a Aisha sobre él, cayó de espaldas, sin embargo, en lugar de sentirse herido, su mente estaba ocupada por los encantadores pechos de Aisha que estaban sobre su pecho.

Sus manos se movieron hacia el trasero de Aisha, luego, la levantó, acercando sus pechos a su boca, y al ver el delicioso manjar justo frente a su boca, Nux no pudo contener sus impulsos, sacó su lengua y...

—Empezó a lamer —comentó.

Comenzó con el derecho, luego el izquierdo, y luego volvió al derecho, bajo el constante estímulo, los pezones rosas claros de Aisha también se erizaron.