Amaya y Vyriana se miraron fijamente durante un rato, luego, incapaz de contenerse —¿Qué haces aquí? —preguntó Amaya.
—¿No es eso algo que debería preguntarte yo? Deberías estar entrenando, ¿por qué estás aquí? —respondió Vyriana.
—Estoy aquí para encontrarme con Nux.
—¿No lo he dejado suficientemente claro? Él necesita descansar.
—No estoy aquí por lo que tú piensas —Amaya intentó aclarar.
—Amaya Leander, deja que descanse. No te pido mucho tiempo, dale unos meses, ya lo conoces, él vendrá a ti por sí mismo —Vyriana habló con un tono firme.
—Incluso si estás aquí solo para hablar con él, no lo hagas. Él necesita dormir y eso es lo que está haciendo ahora mismo.
—¿Él está durmiendo...? —Amaya entrecerró los ojos.
—Así es.
No hubo cambio en la expresión de Vyriana.
Sin embargo, Amaya todavía tenía dudas.
Ella estaba hablando con Nux hace solo unos minutos pero luego, él le dijo que estaba hablando con Vyriana pero de repente Nux dejó de responderle.