¿De qué estás hablando exactamente?

—Ahora que tengo la oportunidad, nunca te dejaré ir, Riona —Nux habló con una gran sonrisa en su rostro. Riona abrió mucho los ojos sorprendida, su cara enrojeciéndose. Sintiendo su mano tocándola, sintió una sensación ardiente en todo su cuerpo. Su corazón comenzó a acelerarse y Riona sabía que si no hacía nada, quedaría completamente bajo el control de este descarado pervertido.

—¡P-Paren! —exclamó.

Entonces, con la intención de escapar de esta situación, cambió de tema:

—¡Ahora no es el momento de hablar de todo esto! Nos tenemos que preocupar por el Señor Dragón. Podría atacar a los elfos, necesitamos prepararnos para ello.

—Él no atacará, no te preocupes —Nux habló con una sonrisa confiada en su rostro, su mano, sin embargo, seguía acariciando la parte baja de la espalda de Riona, solo provocándola en su trasero firme pero nunca tocándolo.