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Cap 18: Llama en la tormenta

“Haaa haaa haaa” Apoyado contra uno de los cientos de cadáveres de rocas muertas, Ezequiel respiro con dificultad, no solo por el cansancio, sino que también debido al dolor en su hombro izquierdo en el cual recibió un duro golpe.

 Con su Desert Eagle en su mano derecha, Ezequiel se golpeo la cabeza con el arma mientras lagrimas le caían por los ojos.

“idiota, idiota, idiota… “Su eterna costumbre de no llevar balas físicas había llegado para morderle por última vez, y ni siquiera podía quejarse, después del todo, debió haber aprendido su lección aquella vez que fue rodeado por las rocas muertas.

Pero el mayor problema no era ese, sino que eran el propio miedo y nervios que Ezequiel estaba sufriendo lo que le estaba poniendo al borde de la muerte.

En la yema de sus dedos, chispas giraban y trataban de apretarse inútilmente, quemándole la mano.

“Agh, vamos, vamos” Toda su vida creo balas ígneas, toda su vida repitiendo la misma acción, una y otra vez, pero ahora, era como si el proceso fuese totalmente diferente, como si toda la experiencia de su vida se le escapase entre los dedos de la mano mientras intentaba aferrarse a ellas.

“¡Sí! Una, vamos, vamos” Murmurando para sí mismo, Ezequiel comenzó añadió la bala en el cargador, y volvió a intentar crear una bala.

“¡Encuentren a las ratas que quedan!” Se escucho no muy lejos provocando que Ezequiel sintiese su cuerpo perder todo el calor, casi como si mentalmente, ya se hubiese vuelto un cadáver.

Apretando su espalda contra el cadáver de roca muerta, Ezequiel se aferro a su Desert Eagle y respiro profundamente, listo para dar su último disparo.

Pero antes de que pudiese reaccionar, detrás suyo, donde la Tercer Compañía de Septron estaba caminando, un enorme pilar de luz erigió, la luz pareció rugir con rabia y desesperación, envolviendo a casi 40 soldados los cuales gritaron de dolor a sentir sus pieles quemándose.

Fue solo por un segundo, pero los soldados de Septron sintieron como si les hubiese caído agua hirviendo encima, y antes de que la situación pudiese ser resuelta, 3 explosiones resonaron con fuerza.

*BOOM* *BOOM* *BOOM*

La fuerza de las explosiones envió a Ezequiel rodando por el suelo, dejándole expuesto y a la vez, dejándole ver la escena que acababa de ocurrir.

Un grupo de casi 14 soldados de Septron estaban despedazados y quemados, mientras que otros 20 estaban heridos en el suelo gritando por refuerzos.

“¡AAAHHHH!”

“¡Es una trampa! ¡Retirada! ¡Vuelvan a la plataforma!”

“¡Maten a los perros de Selines!”

“¡Venganza por los caídos!”

Los soldados de Septron reaccionaron de muchas formas diferentes, pero la más importante fue la de Augusto, el cual frunció el ceño y miro con frialdad la escena desde la distancia.

“Cuarta Compañía únanse a la cacería, sepárense en grupos de 3” Las explosiones habían sido poderosas, y habían sido instantáneas, además de que no hubo un arma o explosivo a la vista “Maten a quien posea ese talento”

Una técnica así de poderosa no se le daría a un inútil y miserable soldado de emergencia, eso significa que solo era un idiota que nació con suerte.

Entre los cadáveres al este de la plataforma, se encontraban un total de 23 soldados Selineos, y de entre ellos, solo Jeremías y los miembros de sombra parecían estar preparándose para luchar, los demás estaban escondiéndose o rezando.

-Si piensan que voy a morir como un perro ¡Están equivocados!- Escondiéndose debajo del cadáver de una roca muerta, Jeremías estaban observando atentamente su entorno mientras se comunicaba mediante su SP.

“Otra compañía se mueve” Advirtió uno de los miembros de sombra, a lo que Jeremías se preparo, pero en lugar de tener un enorme objetivo, todos los soldados se habían dividido en grupos de 3, esparciéndose.

Estos grupos de 3 eran realmente molestos, siendo un soldado con escudo y espada, otro con lanza y el tercero con un arma de fuego, no había un punto débil específico de la formación.

“GRaaah” Saltando desde detrás de un cadáver, un hombre moribundo intento apuñalar con su espada al tirador en una de las formaciones, pero simplemente recibió una puñalada en el estomago por el lancero “JAjajaJAjAJAJa” Pero en lugar de morir o insultar, se rio a carcajadas soltándoles una granada a los pies.

“¡Cúbranse!” Empujando a sus dos compañeros, el soldado de Septron que sostenía el escudo salto sobre la granada, tapándola con su escudo contra el suelo, mientras ellos saltaban hacia los lados, separándose.

*Boom*

La explosión seca y el cuerpo del soldado Septron levantándose por los aires se escucho y vio por todo el campo, helándoles la sangre a los soldados de Septron los cuales no se esperaban ataques suicidas.

“Hijo de puta” Levantándose del suelo, el lancero estaba a punto de ir a buscar a su compañero, pero al ver a su lado, el tirador de su equipo estaba luchando cuerpo a cuerpo contra otro soldado de Selines, el cual estaba ahorcándole contra el suelo “¡Hijos de puta!”

Levantándose y corriendo a salvar a su compañero, el soldado escucho un estruendo y luego cayó al suelo sin entender lo que estaba ocurriendo, y jamás llego a hacerlo, ya que la segunda bala le dio en la cabeza.

“¡No se descuiden!” Disparando con su rifle hacia el soldado de Selines que aun tenía su arma, y luego al que estaba ahorcando a su compañero, este nuevo grupo de 3 llego y salvo a los 2 soldados que aun estaban vivos.

“Gracias” Dijo el tirador que aun tenía el cadáver del soldado de Selines encima al ver a sus compañeros patear los cadáveres y ayudar al escudero.

“Nunca te confíes en batalla” Le dijo mientras extendía la mano y ayudaba a levantarse

“Sí, señor”

Pero este acto de amabilidad, este acto de humanidad, fue como una bofetada que despertó a los soldados de Selines que estaban cerca, fue como si de la nada, ya no fuesen personas, sino encarnaciones de rabia y dolor.

“GRaahhhhh” Desde varios escondites, salieron con las pocas armas y balas que tenían, arrojándose contra el grupo de 5 soldados Septrones.

“¡Posición defensiva! ¡Refuerzos! ¿Nece- AHH” Recibiendo varios disparos por la espalda, el soldado de Septron que estaba en el centro de la formación cayó al suelo, y aunque el grupo intento defenderle y defenderse, el cambio fue demasiado abrupto.

Saltando sobre los soldados, apuñalándoles, mordiéndoles y buscando matarlos con tal rabia, que verles de lejos, envió escalofríos a los demás grupos los cuales abrieron fuego, matándoles y devolviendo el silencio al campo de batalla.

Pero de nuevo, esto solo duro unos segundos, ya que otra explosión reverbero matando a un grupo de 3 soldados de Septron repentinamente.

“¡El objetivo está al sur!” Los soldados de Septron comenzaron a moverse hacia donde Jeremías había atacado, mientras que este volvía a esconderse y huir.

Y por alguna razón, los soldados nunca parecían ser capaces de encontrarle, por lo que Augusto que lentamente desvió su atención hacia esta batalla, presintió que algo más estaba ocurriendo.

“Hmmm, los soldados que mi padre me entrego… No son tan inútiles, encontrar a una persona y dispararle no debería ser algo difícil” Hablando consigo mismo, Augusto hizo que muchos de los soldados a su alrededor sudasen profusamente con nerviosismo, pero esté no buscaba culparles, sino que se encontraba pensando.

“¿Puede que haya otro talento? ¿Invisibilidad?... No… Si fuese el caso me habrían intentado matar… ¿Ilusiones?... Tampoco… Habría intentado fingir números o causar problemas en la batalla anterior” Haciendo un gesto, Augusto ordeno a 3 soldados colocar barreras a su alrededor, y se acerco al campo de batalla para observarlo con más detalle.

Los soldados Septrones se movían entre las rocas con eficacia y fluidez, y parecían estar cubriendo gran parte de la zona, pero luego de varios segundos, Augusto vio a un grupo, completamente quieto en su sitio, como si hubiesen quedados congelados.

-¿Qué hacen?- Pensó, pero antes de criticarles, estos volvieron a moverse y cubrieron la zona en la que estaban –Creo que entiendo…-

Volviendo a sonreír con cierta arrogancia, Augusto paso una nueva orden, una orden muy especial, una la cual parecía brillar.

“No se detengan” El peso de sus palabras fueron como un puñetazo, pero luego de palidecer por un momento, Augusto sonrió, ya que sabía que su técnica había chocado con un talento o técnica enemiga, y luego de unos segundos se escucharon gritos.

“¡Les encontramos!” Pero antes de que el grupo de 3 pudiese siquiera señalar donde estaban, una explosión detono no muy lejos de ellos, enviándoles rodando hacia atrás con heridas leves.

“¡Disparen!” Varios grupos de 3 que estaban cerca comenzaron a rodear la zona, y encontrar a los miembros de Sombra que habían resistido de forma realmente increíble.

Una barrera naranja triangular se levanto cubriendo al grupo de 5 desde el oeste, mientras que 2 de los miembros de sombra levantaron sus escudos y cubrieron el norte.

Todo esto mientras se cubrían detrás de algunos cadáveres de rocas muertas que les protegían desde la dirección este.

“Fiiuu” Viendo como los miembros de sombra estaban resistiendo, Augusto silbo con sorpresa y algo de respeto, pero volviendo a ver el cronometro, el joven general dorado negó con la cabeza “Usen los últimos 4 E-3”

Ezequiel, quien había estado escondido todo el tiempo, sin darse cuenta, había mantenido activo su talento –Ojos de Halcón- desde las primeras 3 explosiones, dejándole ver todo con claridad.

Su mirada… Fija

Todo estaba moviéndose lento, con una nitidez que jamás había sentido, pero por alguna razón que no entendía, su cuerpo… No reaccionaba, estaba quieto y en silencio, viendo como todo ocurría, como si solo fuese un espectador.

 Todo se sentía tan claro, pero se volvía tan borroso, casi como si estuviese muriendo.

El mundo a su alrededor se sentía tan extrañamente frio, y él se sentía tan… débil, como si fuese una pequeña llama en una horrenda tormenta helada, nieve cayendo, nubes tapando el sol, solo oscuridad y frio.

-El mundo… Es tan… Frio-

“¡Oahhh!” Pero un grito estridente y lleno de dolor le despertó, y Ezequiel, con una mirada apagada y desconcentrada miro no muy lejos a su izquierda, viendo un rostro muy familiar, Ezequiel vio a Damián, con su escudo en su única mano, defendiéndose contra un grupo de 3 soldados Septron.

-Damián…- Dolor, remordimiento y pena aparecieron, ahogándole y quitándole el aliento por un momento.

Un chico con tanto futuro, un chico que recién había comenzado su familia, un chico que tenía talento y había recibido una invitación formal de un gremio decente, un chico tan… Bueno.

Apretando los dientes, Ezequiel comenzó a temblar descontroladamente, pero a la vez, su pecho comenzó a calentarse, comenzó a tornarse rojo y arder, un orbe rojo nació en su interior, uno que ardía e iluminaba a Ezequiel como una antorcha en medio de una cruel y oscura tormenta.

Pero una pequeña llama no era suficiente, una antorcha no era suficiente, no para superar la tormenta, no para… VIVIR

“¡Graaaaahhh!” El orbe de energía interna pura simplemente exploto dentro de Ezequiel como un globo, pero sin ruido, sin efectos increíbles, pero a la vez, todos en el campo de batalla se detuvieron, ya que sus cuerpos, sus espíritus, incluso sus almas observaron con horror y admiración.

Un humano superior

Un Templado

Parado y en silencio, Ezequiel manchado en barro y sangre, con su mirada aterradoramente calmada y concentrada, era a la vista de todos inhumano.

Con un movimiento fluido, Ezequiel apunto su desert Eagle y disparo hacia el lancero que estaba por matar a Damián, la bala directa a la cabeza, fue bloqueada por el escudero de su grupo.

Pero en lugar de resistir el disparo o desviarlo, el soldado de Septron sintió que un cañón le había disparado, el escudo se deformó y el salió volando hacia atrás, llevándose consigo al tirador y chocando contra una de las rocas muertas.

“¡Mátenlo! ¡Mátenlo ya!” Augusto sintió que su mundo entero se caía delante suyo, no solo habiendo perdido soldados contra los inútiles soldados restantes jugando a la guerrilla, ¡si no que ahora un Templado!

-¡No tendría que haberlos perseguido! ¡No tendría que haberlos presionado! ¡Mierda! ¡Mierda!- ¿Cuántas bajas inútiles? ¿Cuántas perdidas inútiles? ¿Para qué?

Pero ahora… ¡Ahora no podía dejarles ir! ¡No podía dejar vivo a un Templado recién ascendido!

“¡¿Qué están esperando?! ¡Traigan los E-3! Tráiganlos todos” Augusto no solo dio órdenes, sino que además, lentamente retrocedió y tomo distancia del campo de batalla.

“¡Es nuestra oportunidad! ¡Retrocedan!” Jeremías lanzo 3 explosiones sucesivas y comenzó a correr junto a los demás hacia donde estaba Ezequiel, el cual en solo un instante había matado al grupo de 3 soldados septron y estaba a un lado de Damián.

Con su cuerpo lleno de heridas, su brazo faltante y un doloroso corte en el cuello, Damián apenas respiraba y miraba a Ezequiel, con esperanza en los ojos.

“C-c-camila… Dile… que la amo… perdón…” Con lágrimas cayéndole y mezclándose con la sangre, Damián solo podía pensar en su novia, en todo lo que había pasado, y en Ezequiel… Parado delante suyo, viéndose imponente como jamás se había visto, pero a la vez, tan… Frágil.

“Si…” respondió con voz baja, concentrada y potente “Adiós”

Fueron solo segundos, pero Ezequiel, incluso elevado y concentrado, no pudo ignorar a su amigo el cual estaba esperando lentamente su muerte.

Cubriéndose detrás de una roca muerta, Ezequiel apunto y disparo sin segundos pensamientos, y al instante en que la bala ígnea salió de la recamara de su Desert Eagle, comenzó a crear una nueva bala dentro de la pistola.

Su amigo había muerto, pero la expresión que tenía era fría, cruel, inhumana.

Pero por alguna razón, sus ojos, solo sus ojos expresaban su dolor, su ira, eran como dos esferas de fuego concentradas, las cuales enviaban a los soldados que le veían a un horror de llamas.

“¡Ahora!” Dos grupos de 3 soldados aparecieron desde sus lados, pero Ezequiel reacciono casi instantáneamente disparando y volándole la cabeza a uno de los escuderos mientras saltaba y usaba el cadáver de uno de los soldados de Septron que había matado recientemente para cubrirse.

Creando otra bala, Ezequiel disparo a través del cadáver que estaba usando de cobertura y destrozo el pecho de uno de los lanceros de tal forma que murió instantáneamente y su cuerpo voló hacia atrás, empujando a su compañero tirador.

El escudero y lancero que aun estaban vivos, se acercaron con prisa, buscando presionarle y evitar que pudiese crear más balas, pero para Ezequiel, esto ya no era un problema, luego de su ascenso a Templado, crear balas ígneas era como respirar, no necesitaba concentrarse en ello, incluso si caía inconsciente podía continuar.

-Si… Incluso si caigo muerto… Puedo continuar- 

Disparando y dándole al centro del escudo del soldado de Septron, Ezequiel nuevamente envió volando a uno de los soldados hacia atrás chocando con uno de los tiradores, dejando solo a un lancero y tirador.

-Si… Incluso si es mundo es frio… Puedo luchar-

El tirador disparo incluso cuando el lancero estaba próximo a Ezequiel, y logro darle, volándole los dedos de la mano izquierda y destrozándole la muñeca izquierda.

-Puedo arder… Puedo quemar-

Pero esto no freno a Ezequiel, no, todo lo contrario, el dolor le hizo reaccionar con más rabia y desde la recamara de su pistola, en vez de una bala, una llamarada compacta se disparo hacia el lancero Septron que no logro reaccionar y comenzó a quemarse.

“¡Aaahhhh!” Y luego, una bala fue directa hacia la cabeza del tirador Septron.

-Puedo ganar-

Grupo tras grupo estaba llegando, y las heridas en Ezequiel se acumulaban, pero este no se detenía, cuerpo tras cuerpo caía al suelo, y antes de que pudiese pensar en ello, Septron había perdido casi 100 soldados desde su llegada.

-Puedo vivir-

Y en la plataforma, los soldados que veían la escena desatarse tenían la sangre helada, incluyendo a Augusto el cual no paraba de observar el cronometro y a los soldados que se acercaban con las bazookas.

“¡Cúbranle! ¡Vamos a vivir!” Jeremías que por fin llego junto con los restantes 2 miembros de sombra junto a Ezequiel, lanzo varias explosiones, quitándole de encima varios soldados de encima y una barrera naranja le cubrió la espalda.

-Podemos vivir-

“¡Cubran Oeste!” Pero en lugar de aceptar la ayuda, Ezequiel les ordeno concentrarse en la plataforma, donde cada vez más soldados se colocaban a distancia a dispararles.

“¡Entendido!” Un hombre de unos 33 años de cabello marrón corto, hizo gestos con sus manos, y la barrera naranja se torció y movió hacia la dirección de la plataforma, cubriéndoles de los disparos a larga distancia.

-Vamos a vivir-

Incluso con su hombro izquierdo dislocado, y varios dedos de su mano destrozados, además de que parte de su muñeca faltaba, Ezequiel levanto una segunda pistola del suelo y con un movimiento fluido, apunto directamente hacia la plataforma, donde 4 soldados estaban apuntándoles con sus bazookas.

Pero en lugar de disparar, Ezequiel se detuvo como si hubiese quedado congelado por un segundo y luego disparo, dando lugar a una escena que Augusto jamás olvidaría.

Los misiles salieron de los bazooka, y pasaron a través de las poderosas barreras que la Primera Compañía aun continuaba manteniendo con sus escudos, pero en el instante en que cruzaron al otro lado, las balas ígneas de Ezequiel impactaron con los mismos, detonándolos en el aire justo delante de la barrera.

La explosión de 2 de los misiles, detono a un tercero, y la impresionante y poderosa barrera de la Primera Compañía, colapso como si fuese de papel en un instante, dejándoles completamente desprotegidos.

“¡Cúbranse!” Ezequiel continuo corriendo y tomando distancia, pero el misil impacto la barrera naranja en un instante, explotando y destrozando toda la zona donde antes estaba.

Los pedazos de los cuerpos de los pocos miembros de sombra que quedaban volaron por todos lados, y solo un cuerpo quedo casi completo y parcialmente quemado.

Joaquín había logrado defenderse con su escudo y había perdido ambos brazos, además de que casi todo su torso se quemo, dejándole en un estado cercano a la muerte.

 Viendo la escena, Ezequiel perdió su aliento y volvió a comenzar a temblar, mirando los pedazos de sus compañeros mientras estaba a cubierto.

“Retirada…” Augusto ordeno con un tono bajo mientras temblaba de la ira e impotencia “Detonen la plataforma en 1 minuto”

127 soldados muertos, casi 10 cargas de E-3, decenas de heridos, y ahora… La pérdida temporal de los escudos de asalto.

-Es suficiente… No puedo dejar que mi ego arruine por completo la operación-

Los soldados de Septron no discutieron, todos ellos querían salir corriendo de allí, ninguno deseaba volver a jamás tener que luchar contra un Templado, especialmente en una lucha de guerrilla.

“Gabriel, quiero que añadas una nueva entrada en mi lista, `Jamás presionar de mas`” Viendo a todos los soldados irse con prisa, Augusto volvió a hacer el mismo gesto hacia su sirviente y este volvió a abrir su lista “`No enfrentar Templados`”

-130 soldados es mucho dinero y tiempo, pero 500 son mas… Los altos mandos de Selines son estúpidos, pero no al punto de no enviar refuerzos, seguramente hayan enviado Templados o incluso Consagrados, si nos quedásemos más tiempo, podrían alcanzarnos antes de llegar a la zona 11-

Sumido en sus pensamientos, Augusto hizo un gesto y la plataforma comenzó a temblar descontroladamente, destruyéndose desde los cimientos y colapsando en pedazos de concreto cada vez más pequeños.

Y Ezequiel, quien estaba a un lado de Joaquín, cubriéndole mientras sangre caía de sus ojos como lagrimas, simplemente observo.

“Vamos a vivir… Te lo juro… Vamos vivir…” Con voz rota y temblando descontroladamente, de dolor e impotencia.

Y luego de varios minutos en los que Ezequiel uso una inyección de vida que logro encontrar en Joaquín, los refuerzos llegaron.

Un grupo de 5 Templados y un Consagrado, con una velocidad inhumana llegaron al lugar, y con expresiones de horror y rabia, se acercaron a los dos únicos supervivientes.

“Estas a salvo ahora” Fue lo único que el hombre de casi 50 años pudo decir al ver al joven destrozado y apenas vivo

“¿Puedes moverte?” Dándole una mirada a Ezequiel, el Consagrado no necesito de tiempo o herramientas para saber, que delante suyo había un nuevo Templado, así que cuando cruzaron miradas, había respeto y apoyo.

“Si”

“Entonces volvamos a base”