Pero había muchos medios de comunicación en la escena, innumerables cámaras y videocámaras, que ya habían capturado su expresión sombría...
—Zhijie, finalmente llegaste, ¡apúrate! —la madre de Wei lo vio y felizmente lo arrastró al salón trasero.
Wei Zhijie la siguió en silencio, realmente quería decirle a su madre que ya no quería comprometerse con Hai Lan.
¡No quería renunciar a su verdadero amor por la supuesta responsabilidad...
Justo cuando Wei Zhijie no pudo evitar exclamar, de repente vio a Hai Lan sentada en el salón.
¡Ese rostro perfecto, exquisitamente hermoso, capturó instantáneamente toda su atención!
Wei Zhijie miró a Hai Lan asombrado, muy sorprendido por su aspecto ahora.
¿No estaba desfigurada?
¿Por qué parece ahora como si no hubiera ni una sola cicatriz en su rostro?
—Zhijie... —Hai Lan se levantó y le dio una sonrisa tenue, sus pasos gráciles y seductores, hipnotizantes y asombrosos con cada movimiento.