—¿Y quién se supone que eres tú? —dijo Ren Feifan mirando directamente al hombre frente a él.
—¿Me preguntas a mí? ¡Jaja! De todos los Líderes de la Secta de la Puerta del Santo Doctor que he visto, tú eres el más atrevido. Ya que estamos, te diré, ¡soy el mismísimo primer Líder de la Secta de la Puerta del Santo Doctor! ¡La secta es la obra de mi vida! Entonces, dime, ¡¿quién crees que soy yo?! —respondió el hombre con una carcajada.
Ren Feifan se sobresaltó y miró al hombre frente a él con sorpresa. No sentía miedo sino más bien tenía dudas en su corazón.
—Este tipo acaba de hablar en lengua común, ¿cómo es que de repente ha cambiado al chino clásico? ¿Está intentando darse aires frente a mí? Pero este tipo parece tener apenas una década más que yo y es el fundador de la secta más grande de todos los tiempos —pensó Ren Feifan—. ¿Una secta milenaria no establecida por un anciano?