Todavía no me doy por vencido

Penélope apenas podía calmarse con lo que estaba ocurriendo en su vida. Primero, su plan para seducir a Nicolai había salido mal. En segundo lugar, no pudo callar a Ariana antes de que su identidad fuera revelada y eso había llevado a que esa mujer ahora viviera bajo el mismo techo que ella. Por último, sin mencionar que Ariana fue la causa de que su rostro quedara desfigurado.

Ahora había perdido la base misma para atraer a un hombre decente y solo podía confiar en el plan que se cocinaba en su cabeza.

Y para empeorar las cosas, su madre ahora apoyaba a esa mujer sin preocuparse por ella. Incluso los sirvientes la trataban con condena.

Era demasiado.