Basta de mentiras

Ariana se apartó del abrazo de sus padres y luego los miró a ambos con una mirada severa. Toda su vida, se había avergonzado de sacar a la luz estas partes oscuras de su vida. Pero ahora sabía que ya no podía continuar así. Les dijo a sus padres —Mamá, Papá... por favor ayúdenme a mejorar. Hay... hay algo más que ustedes no saben. ¿Puedo contarles esas cosas?

—Claro que puedes —Kaylyn se secó los ojos y la abrazó fuerte otra vez. Le acarició la parte de atrás de la cabeza y declaró:

— Puedes contarnos cualquier cosa y escucharemos, cariño. Ni pienses por un segundo que te vamos a juzgar.