Finalmente pude comer pescado (1)

Winston arrastraba un gran pez de unos dos o tres metros de largo, dejando tras de sí un rastro húmedo visible conforme se movía.

La boca redonda del pez estaba abierta mientras luchaba con todas sus fuerzas.

—Bien —Winston entrecerró los ojos mientras echaba un vistazo a la espalda de Alva—. Parece que debería asignarle alguna tarea a este nuevo miembro.

Winston retiró su mirada y luego dijo:

—Voy a matar al pez. Podrás comerlo en poco tiempo.

—Te acompaño.

Una figura alta y otra baja se reflejaban en la superficie del agua mientras la rueda de agua giraba plácidamente. Las ondas que hacía la rueda de agua hacían que sus reflejos parecieran largos un momento y cortos al siguiente. Era una escena armoniosa.

Winston sacó el cuchillo de piedra que guardaba en su cintura y hábilmente cortó la cabeza del pez. Luego, lo limpió con cuidado, sin importarle en absoluto el tamaño enorme del pez.