La Pequeña Serpiente Se Venga de Su Padrastro (1)

Después de más de una semana, los cielos finalmente se despejaron. Afuera, el clima era glorioso y el aire refrescante. El canto de los insectos y los pájaros se escuchaban por todos lados, creando una escena animada.

Bai Qingqing, inquieta, se quedó mirando hacia afuera del hueco del árbol.

Finalmente, apareció la figura de un leopardo. Bai Qingqing se puso de pie y observó cómo la figura corría hacia el hueco del árbol.

—Rugido~ —Parker subió por el hueco del árbol, se transformó en humano y dijo—. Vamos.

—Mm, mm. —Bai Qingqing asintió repetidamente.

—¿A dónde? —La voz de Curtis de repente resonó desde un lado.

Bai Qingqing se quedó helada un momento, luego bajó la cabeza y dijo en voz baja:

— Salir a jugar.

—Iré contigo —dijo Curtis.

Bai Qingqing, que no tenía idea de cómo rechazar su oferta, se quedó sin palabras por un instante. Parker le puso un abrigo encima y dijo: