—Bai Qingqing voló en una vergonzosa ira y abofeteó a Parker en la cabeza —gritó—. ¡Pareja, mis pies! ¿Quieres que me congele hasta morir?
Se sintió aún más avergonzada después de ver a los cachorros de leopardo revolcándose en la nieve.
¿Estaba realmente bien decir tales cosas frente a los niños?
Parker se sintió abatido, y la tienda en su falda bajó.
—¿Entonces por qué me apretaste? —dijo Parker.
Bai Qingqing avergonzada retiró su mano e hizo una nota mental para sí misma de intentar apretar la cola de Winston una vez que llegara a casa. ¿Cuál sería su reacción?
Parker ató la vid a la pieza de corteza, luego la lanzó hacia los cachorros de leopardo.
—¡Rápido, subid! —Parker fue más severo con los cachorros después de que Bai Qingqing lo hizo sufrir.
Aullido~
Los cachorros vitorearon y encantados treparon a la pieza de corteza. Luego sacudieron sus cuerpos, provocando que la nieve cayera sobre la corteza.