—¿Qué? —Jazmín repitió y parpadeó fuertemente—. ¿Estás seguro de lo que estás diciendo?
—Sí. Estoy seguro —respondió él.
—¿Por qué dirías eso? —preguntó Jazmín—. ¿Cómo sabes que ella no lo amaba? ¿Hizo algo? ¿O le dijo algo a alguien que te hizo sospechar que amaba a otra persona?
—¿Qué? ¿Piensas que por ser viejo no sabría cuándo alguien está enamorado? —le preguntó.
Jazmín se llevó la mano a la frente y la sacudió —No. Eso no es lo que quiero decir. Solo me refiero a que él es mi padre. Me estás diciendo que mi madre estaba enamorada de alguien más.
—Mira, puedo estar equivocado —Dave alzó las manos—. Pero parecía diferente. Él la adoraba y, sin embargo, ella lo amaba, creo que de la mejor manera posible. Pero su corazón parecía estar con otro. Cuando la encontramos en el bosque y la trajimos, podías ver que ya se conocían de otro lugar.
Jazmín tragó duro.
Las historias ahora eran todas una mezcla. Confusas para ella.