HERMANA ADOPTADA

—¿Qué? —exigió Anna con furia al escuchar que Xaden llamaba a la chica de cabello oscuro como su hermana.

Su mente fue directo al cuadro de su familia y ella no había visto ninguna chica extra.

—¿De qué era toda esta broma? —preguntó.

—Fiona es mi hermana adoptiva —se aclaró la garganta Xaden—. La acogí. Ella es de una manada distante y su madre era una alfa. La tomé como mi hermana. Por eso es tuya también.

Anna apenas podía parpadear.

Justo cuando había creído que todo el afecto y amor que iba a recibir de Xaden sería solo para ella, ¿aquí había alguien con quien debía compartirlo?

Una hermana adoptiva.

Ella era su hermana adoptiva. No la suya. No tenía que convertirse en su hermana.

Se giró y miró a la chica y un análisis completo le dijo que no le gustaba la chica.

Sabía que a la chica tampoco le gustaba.

Anna tragó y, porque estaba tratando de mostrar la imagen de una niña bien educada a Xaden, extendió su mano enguantada hacia Fiona.