Xaden la miró con furia y Jazmín se dio cuenta de lo que acababa de decir y suspiró.
—Anna tiene su vida y yo estoy muy muy feliz por ella ahora que ha vuelto contigo —dijo Jazmín—. Fue injusto que la secuestraran. Pero Xaden, ella vivió mi vida. Ella nunca sufrió ni una sola vez. Tú mismo lo viste. Porque ellos me entregaron a ti. Prefirieron quedarse con ella en lugar de mandarla de regreso contigo. Si no me hubieran enviado a ti. Tú habrías hecho lo que me hiciste a mí con tu herma-
—¡BASTA! —Xaden declaró, sin querer escuchar el resto de la conversación.
Ambos sabían hacia dónde se dirigía ella y no era más que la cruda verdad.
Si la manada de Luz de Luna hubiera tratado a Anna con tal desprecio nunca habrían dudado en entregarla a Xaden.
Habría sido incesto.
—Has visto mi espalda. Has visto las cicatrices. Has visto por lo que pasé y sabes en el fondo que mi vida fue un infierno —ella dijo.