—Ella es mi compañera —Fiona escuchó decir a Erik.
Casi se atraganta con su comida.
Lentamente se giró para mirarlo, pero él se negó a hacer contacto visual.
¿Qué quería decir con que Anna era su compañera?
¿De dónde salía todo esto?
Había visto a Anna siendo dramática y hablando entre lágrimas sobre lo feliz que estaba de ser miembro de esta manada, y rezaba para que finalmente se callara.
Lo último que esperaba era escuchar que había encontrado un compañero.
Realmente no le había importado mucho hasta que había sido Erik quien dijo que era su compañero.
Esperaba que todo estuviera en su cabeza, hasta que él lo confirmó de nuevo.
Esta vez lo suficientemente alto para que todos escucharan.
No tenía idea de cuándo había dejado caer su tenedor.
Fue entonces cuando Erik la miró a ella. Esta vez ella se negó a mirarlo.
Se sintió traicionada, insultada y humillada.
Se sintió estúpida y, sobre todo, se sintió como una tonta.
Logró controlarse durante el resto de la cena.