—¿Qué? —dijo Lily al dejar caer la cuchara que estaba usando para tomar azúcar.
—Sí —dijo Anna disfrutando del momento—. Eso fue lo que él me dijo. No debería haber dicho nada.
—Yo... está b... bien —logró decir Lily.
Pero Anna pudo ver que no estaba bien.
El rostro de Lily estaba pálido y blanco como si acabara de ver un fantasma.
Anna se deleitaba en el hecho de que había logrado herir los sentimientos de Lily y obtener una reacción de ella.
La confesión de Xaden sobre Jazmín estando embarazada la había dejado bajo el caballo.
No podía creerlo.
Era lo ÚLTIMO que esperaba de cualquiera de ellos.
Pero se había visto obligada a montar un espectáculo.
Si Xaden tenía a nuestra Jazmín en la habitación de su madre, entonces significaba que él se preocupaba por ella.
Y eso era por qué no confiaba en cuánta mala información podría darle sobre ella o cuán Tudor actuaba hacia ella.
Él podría empezar a sospechar que ella estaba escondiendo su verdadero yo de él.