Bernice lloraba.
—Salvaré a tu familia y les daré protección. Te doy mi palabra como Reina Luna. No les sucederá nada. Solo dime quién es.
Bernice continuó llorando.
—Lo juro su majestad. Ella va a matar a mi familia y todo lo que amo. Nunca quise hacerte daño, pero ella me obligó a hacerlo.
—¿Ella?
Rosa sintió un escalofrío en sus huesos.
—¿Era una mujer?
Ahora Rosa estaba realmente preocupada y quería saber quién había hecho esto.
Rosa decidió intentar un enfoque diferente. Rosa levantó la barbilla de Bernice con la punta de los dedos y la obligó a mirarla. Pero Bernice apartó su rostro.