ELLA SABE

Rosa bajó la cabeza en derrota y debilidad.

Se sentía aturdida y su mente comenzó a dar vueltas al ver la sangre de Bernice en sus manos.

Acababa de estar a punto de decirle quién le había ordenado envenenar.

Ahora nunca lo sabría.

Entonces escuchó a los guardias entrar en la habitación y pudo sentir la presencia de su esposo llegar.

—¿Rose, estás bien? —preguntó Cherry preocupada.

—¿Qué demonios hiciste? —preguntó Rose corriendo hacia Cherry y agarrándola por los brazos con enojo.

Su esposo la apartó y la separó de su hermana.

—Rose, cálmate —dijo su esposo.

—¿Por qué me estás atacando? —preguntó Cherry—. Acabo de salvar tu vida.

—¿Salvar mi vida? —Jasmine exigió enojada—. ¡Arruinaste todo! ¡No necesitaba tu ayuda! ¡Ella no hizo nada y la mataste!

Cherry se quedó boquiabierta por su arrebato.

—¿Q... qu.. qué te pasa? —preguntó Cherry sin palabras—. Ella iba a matarte.