1 AÑO DESPUÉS
Había pasado un año desde que Chen Xiaotian comenzara a estudiar el misterioso libro [Creación del Mundo]. Su cuerpo se fortalecía de forma natural, su memoria se había agudizado, y últimamente… la energía espiritual a su alrededor parecía resonar con él. Era como si algo estuviera naciendo dentro de su alma.
2 MESES DESPUÉS
Una noche, mientras dormía, Chen Xiaotian soñó con un vasto vacío. Oscuridad infinita. Caminaba, gritaba, buscaba señales de vida… pero no había nada. Ni estrellas, ni suelo, ni respuesta.
Despertó empapado en sudor, temblando.
—¿Qué era eso…? —susurró, con el corazón latiendo con fuerza—. Sentí que era real.
AL DÍA SIGUIENTE
En la sala principal del clan Chen, Chen Tian y los ancianos esperaban a Chen Ling, el primer hijo del líder, quien llevaba diez años entrenando en la Secta de la Espada Celestial.
Se sabía que había alcanzado la etapa inicial de Formación del Núcleo, y que ahora era un discípulo núcleo, uno de los talentos más prometedores de su generación.
Momentos después, una figura alta apareció a la entrada: túnicas azules, ojos verdes, cabello largo como la noche. Era Chen Ling, la esperanza del clan.
—Saludos, padre, ancianos… y hermano menor —dijo con una sonrisa amable.
Tras recibir los saludos formales, todos entraron en la sala.
—Padre, he venido por una razón —dijo Chen Ling con decisión—. Quiero llevarme a mi hermano menor a la secta. Creo que tiene potencial.
Hubo silencio. Todos quedaron atónitos. Chen Xiaotian, aún joven, negó con la cabeza:
—Prefiero quedarme en el clan Chen… Quiero vivir tranquilo.
Pero Chen Tian suspiró, y con voz firme dijo:
—A esta edad, aún no sabes lo que es mejor para ti. Irás con tu hermano. No desaprovecharás esta oportunidad.
El segundo anciano preguntó:
—¿Cuánto tiempo te quedarás, Chen Ling?
—Dos meses. Luego volveremos a la secta —respondió con tranquilidad.
2 MESES DESPUÉS
La llegada de Chen Ling provocó caos en Ciudad del Sol Naciente. Muchas familias poderosas enviaron propuestas de matrimonio al clan Chen, buscando vínculos con él.
Mientras tanto, Chen Xiaotian apenas podía dormir. El sueño oscuro lo perseguía noche tras noche, robándole el descanso.
Y ahora había llegado el día de su partida.
Chen Tian le entregó una espada de grado alto, nivel mortal.
—Espero que enorgullezcas al clan Chen en la secta —dijo solemnemente.
—No voy a hacer nada allá —respondió Chen Xiaotian en voz baja—. Yo no quería ir.
Poco después, ambos hermanos partieron. Chen Ling volaba sobre una espada espiritual, llevando a su hermano menor sujetado a su espalda.
Tras cuatro horas de vuelo, llegaron a la entrada de la Secta de la Espada Celestial.
—Espero que el maestro del Pico del Rayo acepte a mi hermano como discípulo —dijo Chen Ling al llegar.
Una voz etérea resonó en el aire:
—Si no lo acepta, tu hermano morirá. ¿Lo sabes, verdad?
Chen Xiaotian palideció.
—Así que esta era la razón por la que “no lograría nada”… moriría antes siquiera de intentarlo —pensó, amargamente.
Chen Ling respondió:
—El maestro ya lo aceptó. Solo debo llevarlo con él.
—Entonces… entra.
PICO DEL RAYO
Después de cuatro horas de caminata (ya que solo los ancianos podían volar dentro de la secta), llegaron a una montaña imponente coronada por una casa majestuosa.
Un hombre imponente los recibió. Tenía barba negra, ojos morados, túnicas con rayos dorados: era el maestro Yun Tao.
—Así que este es tu hermano —dijo, observando a Chen Xiaotian con interés—. ¿Estás dispuesto a aceptarme como tu maestro?
Chen Xiaotian no dudó.
—Este discípulo saluda al maestro —respondió, arrodillándose con respeto.
Yun Tao asintió, le entregó una ficha blanca —símbolo de discípulo heredero— y dijo:
—Chen Ling, guíalo a su residencia. Y ponle el uniforme.
El uniforme rojo de discípulo heredero le fue entregado en la casa de Chen Ling.
—Te quedarás aquí conmigo hasta que cumplas doce años —le explicó su hermano.
—¿Por qué?
—No puedes tener casa propia. Eres demasiado joven. La mayoría de los discípulos nuevos tienen al menos doce años.
1 MES DESPUÉS
Durante todo el mes, Chen Xiaotian cultivó en silencio. Hasta que, una noche…
Una voz resonó dentro de su mente:
[Bienvenido al Sistema del Mundo.]
Chen Xiaotian abrió los ojos de golpe.
—¡¿Al fin tengo un sistema?! ¡Era hora! —gritó en su mente, molesto por la espera.
[Soy un sistema que distribuye recompensas según el desarrollo de una gran figura nacida en tu mundo.]
—¿Mi mundo?
[Sí. El mundo creado por la técnica Creación del Mundo.]
Chen Xiaotian quedó en silencio, atónito.
—Entonces… ¿los sueños…?
[Sí. Lo que has visto hasta ahora es el embrión de tu mundo interior. Cultiva, y podrás explorarlo con claridad.]
Por fin, Chen Xiaotian comprendió. Los sueños oscuros que lo atormentaban… no eran pesadillas.
Eran la cuna de un nuevo mundo. Un mundo que él mismo estaba destinado a crear.