Abrieron la puerto de golpe, todos esperábamos con nuestras armas en mano. El mayor problema era que ni siquiera con mi mayus podría enfrentarme a todos.
Habian tres arqueros apuntándonos, y otros seis hombres con armas en sus manos, incluidos los hombres de Ivan, que por lo visto nos habian traicionado.
-¿Qué significa esto Murtetos?
-Lo lamento Jefe, pero el Ogro paga mucho mejor, y tiene un mensaje para usted: los traidores mueren sin piel.
-Ya basta Murt, hay que llevarlo con con Gobric, como nos ordenaron, no es momento de charlar. - grito Peter, otro de los hombres que estaban cuando habíamos entrado.
Si no hubieran arqueros, estaría seguro que podríamos salir sin problemas, pero no quería arriesgar que una flecha le llegara a Hero, así que me puse frente a ella tapándola con mi cuerpo.
Uno de los hombres me apunto directamente a mi, cuando me moví.
-Detente ahí, o te meto la flecha entre ceja y ceja. - me amenazo el arquero.
-Gran ¿que haces? - pregunto molesta y preocupada Hero.
-No me voy a arriesgar a que te hagan daño, así que te pido que te quedes a mi espalda.
Obviamente Hero protesto, la estaba tratando con demasiada condescendencia, cuando ella era mejor que yo en estas cosas, o al menos antes de que viajamos a esta época lo era, pero no iba a dejar que se cumplieran esas palabras que me dijo el fantasma.
-Ahora escúchenme, si nos obedecen no les haremos mucho daño, así que compórtense.
Tenia mi mayus activo muy levemente, lo que me indico que habia otra persona más de los que veíamos, eso nos ponía en un mayor problema, pero si no hacia nada, estaríamos muertos...
Sentí una hostilidad tremenda, uno de los arqueros sonreía de manera macabra, tenia un instinto asesino que me superba, entonces entendí lo que me quería decir mi mayus, el iba a disparar sin importar que sucediera.
Me moví por instinto, pero no iba a alcanzar a desviar la flecha que veía que avanzaba lentamente, en eso me distrajo una sombra que entro por un agujero del techo, pero no podía perderme ahora en ello. Le di una patada a Ivan para empujarlo un poco, que al menos sirvió para que la flecha le diera solo en el brazo, y que no le atravesara el pecho.
-¿Que demonios?, ¿Quién disparo? los necesitamos vivos idiotas. - grito Murtetos.
Despues de ese grito todo fue un caos.
Gwyn que se habia dejado caer por el agujero, era la sombra que mire de reojo cuando salve a Sir Ivan. Ella con velocidad atravezo el cuello de uno de los arqueros, y con su otra mano le lanzo otro cuchillo al otro, quedando solo vivo al que habia disparado.
Will se movió, hacia uno de los hombres armados, le dio un corte tan limpio que pareció que cuando le corto la pierna no hubiera salido ni una gota de sangre, para luego cortarle la cabeza.
Hero se movió con una agilidad sorprende, una que apenas podría superar con mi mayus, sin compasión le abrió el cuello a Murtetos y con una finta mato a otro más apuñalándola el corazón con su daga.
No me me podía quedar atrás, me moví tan rapido, que cuando mis contrincantes parpadearon, al abrir sus ojos yo ya estaba pegados a ellos, me agache lo más posible, y como si fuera un mastín con mi daga, lance varios puñaladas con los que mate a tres idiotas.
-No se muevan o mato a la pequeña.
El que habia disparado a Ivan tenia atrapada a Gwyn por el cuello, la apretaba contra él, mientras ponía su cuchillo en su cuello.
-Muerde. - grite.
Gwyn le mordió la mano al infeliz, lo que hizo que la soltara de inmediato. En su caída ella aprovecho de darle una patada en la entre pierna para inhabilitarlo y alejarse de él.
-Nunca te atrevas...
-A atacar a nuestra pequeña. - gritamos Hero y yo, que atacamos a la vez a ese hijo de perra matándolo en el acto con dos cortes limpios, uno en su cuello y otro en su pecho.
Sin dudar me acerque a ver si Gwyn estaba bien, que por suerte lo estaba, Hero no quedo atrás que ya estaba abrazando a nuestra niñita.
-Gwyn lo que hiciste estuvo mal, no sabes lo preocupado que me pusiste cuando te vi caer por el agujero. - dije enojado. - Pero no sabes lo que me alegra que me nos hayas desobedecido, vamos te quiero pequeña, eres nuestra niña, y se que puedes defenderte, pero no quita que queramos protegerte.
-Papá tiene razón querida, en ambas cosas, eres nuestra niña, queremos cuidarte. - menciono Hero dándole un beso en la cabeza.
Will se aclaro la garganta para llamar la atencion.
-No quiero cortarles su momento tierno, pero les recuerdo que tenemos a Sir Ivan herido.
Hero levanto a Gwyn en sus brazos, nos acercamos a Ivan, que por suerte la flecha no penetro ningun lugar importante, y eso que paso cerca de una arteria.
-Hijo de perra Gran, creo que me rompiste una costilla con esa patada.
-Era eso o que te atravesara el pecho amigo mío, no seas tan exigente, ¿tienes alguien que te pueda ver la herida?
-Podría acudir a mi medico de confianza, pero ahora no se si confiar en el.
Mire a mi alrededor, para ver que todo estaba en orden, pese a que mi mayus ya me hacia sentir tranquilo, no quería confiarme.
-Creo que podemos llevarte con Felia, ella podría atenderte.
-A la casa de los placeres, por que me llevarías a ese antro de pecadores Gran, esa Madan lo unico que podría hacer es ofrecerme una prostituta, así que ¿en que demonios piensas muchacho?
Ignore totalmente la queja de Ivan, no tenia ganas de explicar, lo unico que quería era sacar de este lugar a Hero y a Gwyn de aqui, no quería mas sorpresas.
-Will encárgate de proteger a Ivan, nos moveremos por las sombras, no quiero encontrarme con nadie más en esta noche, y lo llevaremos donde Felia.
-Como ordenes Gran, por cierto me encuentro bien.
Me sorprendió que Will estaba haciendo un chiste, sobre todo despues de todo lo que sucedió.
-Lo lamento viejo, ¿te duelen los huesos Will?
-Debería golpearte, aun no estoy tan viejo.
Gwyn se soltó de los brazos de mi amada, ella intento comunicarse, pero aun no sabia los signos para decir lo que quería, entonces despues de un rato, comprendí que quería que la siguiéramos, y que bueno que lo hicimos, gracias a ella pudimos evitar a todos las personas que aun rondaban de noche. Llegamos sin más novedades a la casa de los placeres, donde Felia estaba asustadísima, llego a decirnos que no encontraba a Gwyn por ningun lado.
Ambos nos reímos un poco, ni Hero ni yo íbamos a culparla porque ella se fugara, al fin al cabo nuestra querida chiquitita era experta en ello y si no, nos hubiera seguido. Tal vez las cosas habrían terminado muy mal, que digo, gracias a ella estamos a salvo, pero me dolía que con su edad tuviera que hacer ese tipo de actos. Matar era algo que te desgarraba y fracturaba el alma.
-Felia, puedes atender a Sir Ivan, nos emboscaron y el recibió un flecha en el hombro, y puede que le haya roto una costilla.
Felia me miro con cansancio.
-Querido, soy una Madam, no enfermera, me gustaria que dejaras de traerme enfermos sin ofender, pero no te preocupes atenderé a Ivan.
-Que te puedo decir Felia, tienes manos mágicas. - dije cerrándole un ojo, provocándole una mueca en su rostro.
Ella se retiro con Sir Ivan que no estaba muy contento de ser atendido por una Madam de un prostíbulo, pero tampoco tenia mucho opción, además en el momento que se acerco Felia a él, y aplico sus encantos, el se veía bastante a gusto.
-Hombres, trátalos bien, o ofrécele algo de carne y caen siempre. -dijo Hero viendo la situación.
-Yo me aguante por muchos años queridas, no me puedes meter en el mismo saco.
-Te recuerdo que te pusiste de novia con una chica que al inicio odiabas, simplemente porque comenzó a moverte el culo, así que entras directamente en el saco, querido Gran. - menciono Hero, dándome un golpecito en la nariz con su dedo.
Ella se equivocaba, nunca se lo conté, pero no fue por eso porque estuve con ella, si no porque ella vio algo en mi que nunca habia visto, por eso me fue gustando, y aun así nunca pude sacar a Hero de mi cabeza.
-Búrlate lo que quieras, pero no fue porque me moviera el culo, aunque, no voy a negar que tenia uno muy bueno, pero ya basta del pasado, lo que importa es que estamos juntos, nada más y tenemos una niña desobediente que merece más que un mimo por lo que hizo.
Me acerque a Gwyn que me miraba algo confundida, sin esperarme para nada lo que iba a ser hizo que se me derritiera el corazón, ella estiro sus brazos, pidiendo que la levantara en brazos, cosa que hice de inmediato. Incluso Will me lanzo un comentario, diciéndome que ya estaba perdido, algo que no entendí.
Hero vino por la espalda de nuestra pequeña y nos abrazo a ambos.
-No debería recompensarte mi niña, pero pide lo que quieras por haber salvado a... tus padres. - dije feliz.