461- Querida

Antes de la medianoche, salió del albergue y tomó un taxi hacia el edificio de apartamentos de George. A mitad de camino, se dio cuenta de que había olvidado su teléfono.

Una vez que llegó a la recepción, esperó a que el gerente terminara su llamada. El hombre la había visto con George y estaba tratando de convencer a alguien de que arreglara el grifo del jardín antes de que los inquilinos fueran tras él.

Como una buena chica, decidió esperar mientras todo lo que quería era agarrarlo del cuello y pedirle que llamara a George.

Estaba parada allí con los pies, doloridos por el agotamiento. Aún estaba decidiendo si debería protestar cuando la puerta de entrada detrás de ella se abrió de golpe, haciéndola sobresaltar y una chica entró con un aire despreocupado.

—Cariño. Necesito ir al apartamento de mi novio. Me conoces, ¿verdad? —ni siquiera le importó que él estuviera ocupado en el teléfono. Aniya inclinó la cabeza, y pensó que lo estaba imaginando.