483- ¿Diecinueve? ¿Morir?

En la hora de cenar, Ángela se encontró en una posición incómoda. En las reuniones familiares de los Sinclair, siempre se entendía que ella se sentaría junto a Alexander Sinclair.

Pero esta noche, se puso incómodo para ella cuando Rafael Sinclair ofreció a esa chica sentarse donde quisiera. Como era de esperar, la chica Anaya eligió sentarse en la silla donde Ángela quería estar.

Justo al lado de Alexander.

Ángela cerró sus dedos en puños y se dirigió a otra silla. Siendo totalmente honesta, no podía entender el alboroto.

La chica podría parecer inocente, pero estaba tan poco segura de sí misma y Ángela sentía que podría llorar en cualquier minuto.

—Huh. ¡Falsa inocencia! ¡Qué va! —gruñó con molestia, teniendo cuidado ya que no quería que nadie presenciara su lado quejumbroso.