—No recuerdo mucho. Cuando desperté, estaba en un contenedor junto con algunos otros adultos. Yo era la única niña en ese contenedor —Aniya le dijo a sus padres. Estaba en el dormitorio de ellos, acostada en la cama.
Justo como Rafael solía hacer en su infancia. Ella era su única hija que dormía en su cama la mayoría de las veces.
—Si quieres, no necesitas contar esto y sufrir, cariño —Marissa le acarició el cabello gentilmente con los dedos. Ambas mujeres estaban recostadas en el pecho de Rafael, y Rafael Sinclair pensó que estaba soñando. Abigail Sinclair había regresado a sus vidas. Nunca estuvo muerta.
—Ahora que lo pienso... todas esas personas en el contenedor... Parecían refugiados... Creo que estaban usando medios ilegales para emigrar a otro país. Viajamos varios días en ese contenedor sin luz solar ni viento... —Aniya no les dijo que estuvo vomitando durante todo el viaje. Pero se le olvidó que ellos eran sus padres.