Siempre su chica

Mientras los recuerdos y pensamientos de Zak llenaban cada rincón de mi mente, sentí que mi cuerpo se calentaba aún más por el deseo que sentía por él. Me besó hasta dejarme sin aliento e incluso entonces, no se detuvo. Gemí en su boca cuando se superpuso a la mía mientras el placentero nudo de mi bajo vientre se tensaba y mis jugos calientes brotaban de la abertura entre mis piernas y se deslizaban por el interior de mis muslos. Lo deseaba con todas mis fuerzas.

"Debería parar... o acabaré follándote aquí y ahora..." Zak jadeó grueso mientras terminaba nuestro beso.

Zak cerró los ojos e inspiró profundamente como si quisiera recuperar el autocontrol. Me sorprendió bastante que decidiera parar y me pregunté por qué.

"¿Pasa algo?" No pude evitar preguntar.

"Hay algunos sitios a los que quiero llevarte. Vamos", dijo Zak en voz baja antes de darse la vuelta y salir bruscamente por la puerta.

Confundida, le seguí en silencio.

...