Llévalos Lejos

Ahora, la recolección de semillas estaba casi terminada y la Tía Dong había ayudado mucho. Solo necesitaban esperar a que He Guang viniera al pueblo para recoger el stock. Zhang Qin parecía haberse recuperado mucho y comía más de lo habitual.

—¿Zhang Qin se siente mejor? —preguntó Qiao Mei al entrar en la casa.

—Hermana mayor, estás aquí. ¡Me siento mucho mejor! Aún me siento un poco mareada, pero estaré mucho mejor si duermo un poco más —dijo Zhang Qin con una sonrisa.

Zhang Miao ahora podía sentarse y comer por sí misma. Su cuerpo se había recuperado bien y podía caminar lentamente apoyándose en la pared. Era tan vivaz y alegre como antes.

—Me alivia oír que estás bien. ¿Cómo se siente Miao Miao hoy? —dijo Qiao Mei y luego miró a Zhang Miao.

—Estoy mucho mejor. La comida de mamá hoy estaba especialmente deliciosa —dijo Zhang Miao.