La mirada de Gu Dai permaneció fija en Song Ling, esperando su respuesta.
Song Ling sacudió la cabeza y negó:
—No.
Gu Dai no estaba convencida.
—No estás siendo honesto. ¡Quiero saber quién soy realmente y cuál es tu propósito al mantenerme aquí!
La expresión de Song Ling titubeó con lucha antes de volver a la calma.
Dijo con frialdad:
—Lo que dije antes es la verdad.
Gu Dai frunció el ceño.
Song Ling, con seriedad, continuó:
—Tu nombre es Song Chu, y de hecho somos una pareja. La razón por la que no te dejo salir es porque acabas de recuperarte de una lesión y necesitas descansar.
Gu Dai preguntó:
—¿Es así?
Song Ling asintió con firmeza.
—¡Por supuesto!
Gu Dai no respondió de inmediato. Después de una pausa, fijó sus ojos en Song Ling.
—Siento que casi me he recuperado. ¿Puedo salir mañana?
Song Ling bajó la mirada.
—Sí.
Gu Dai se sorprendió por el acuerdo de Song Ling, que era inesperado.