—Qiao Nian quedó atónita por la reacción de Lu Zhu.
Siempre había pensado que su hermano era como la luna brillante en el cielo nocturno, frío e inalcanzable. Sin embargo, nunca esperó que después de que su hermano se enojara, se convirtiera en alguien completamente diferente.
Song Yue intentaba respirar con todas sus fuerzas. Extendió la mano para intentar apartar la de Lu Zhu, pero el agarre de este se hacía cada vez más fuerte. Gradualmente no podía respirar.
—Ahem…
Song Yue ahora estaba sin habla.
No podía creer que Lu Zhu no hubiera escuchado ni una palabra de lo que le había dicho anteriormente.
—Qiao Nian era una mentirosa.
—Qiao Nian era quien había hecho algo mal.
—¿Por qué el Hermano Lu Zhu era tan duro con ella? —Song Yue gradualmente giraba los ojos y luchaba menos. Justo cuando casi moría por falta de oxígeno, Lu Zhu la arrojó al suelo.
—¡Ah! —Song Yue gritó, jadeando por aire, y las lágrimas caían incontrolablemente.