Deja que se quede

El corazón de Gu Zhou dolía. Sus ojos picaban por la mirada expectante de Gu Qi. Sus ojos se oscurecieron mientras decía suavemente, —Sí. Si vives aquí en el futuro, podré cuidarte.

Los ojos de Gu Qi brillaban como estrellas en el cielo nocturno.

Agarrando sus pantalones fuertemente, miraba fijamente a Gu Zhou. —¿Se quedará Tía aquí para siempre?

En realidad, prefería vivir solo con Tía.

Gu Zhou tenía un sentimiento indescriptible en su corazón. Pensando en cómo Qiao Nian había ocultado su matrimonio ayer, sus pensamientos cambiaron. Pretendiendo ser casual, preguntó, —¿Te gusta mucho ella?

Gu Qi dudó un momento antes de asentir.

—Si te gusta, permitiré que se quede en casa para siempre —dijo Gu Zhou suavemente.

Cuando Gu Qi escuchó las palabras de Gu Zhou, solo fue feliz por un momento, pero sus ojos rápidamente se oscurecieron.

—¿No estás feliz?