Gu Qi no podía creer lo que oía. ¡En el futuro podría vivir aquí con su padre y ver a su padre todos los días!
—¿De verdad? —La voz de Gu Qi tembló.
Qiao Nian podía ver naturalmente la emoción en los ojos de Gu Qi. No podía evitar que su corazón se doliera.
Ella había sido así en el pasado, esperando vivir todos los días con sus padres. Cuando se enteró de que la pareja Qiao no eran sus padres, suspiró aliviada.
Cuando encontró a su familia, estaba igual de emocionada. También había esperado vivir para siempre con su familia, pero todo esto ahora era sólo una esperanza extravagante para ella.
Antes de que se ocupara de esas personas molestas, no podía volver.
Qiao Nian sostuvo la pequeña mano de Gu Qi. No quería que Gu Qi viviera una vida difícil como la suya. No quería que se sintiera inseguro todos los días.
—Pequeño Qi, ¿ya no me crees? ¿Cuándo te he mentido? —Qiao Nian miró a Gu Qi con ternura y dijo suavemente.