—¿Cómo... cómo es esto posible? —El rostro de Qiao Xin se volvió pálido al instante. Sus labios temblaban mientras miraba a Qiao Nian con incredulidad.
—Para ser honesta, debería agradecer a la familia Qiao. Si no me hubieran arrojado tan despiadadamente a las montañas, ¿cómo habría tenido tan buena oportunidad? ¡No habría hecho un regreso triunfal! —Cuando Qiao Nian sonrió, sus ojos astutos se curvaron levemente, llenos de burla.
Las palabras de Qiao Nian fueron como una bomba que explotó en la mente de Qiao Xin.
Qiao Xin se sintió mareada por la explosión.
Ella realmente no había esperado que la familia Qiao ayudara a Qiao Nian por accidente.
Qiao Nian había aprendido tanto en las montañas.