Luna sintió como si la hubieran golpeado con un rayo. ¡Realmente había fantasmas! ¡El cuarto estaba lleno de ellos! ¡Había diecisiete o dieciocho de ellos!
Luna comenzó a dudar de su vida. Era posible que no hubiera descubierto uno o dos fantasmas, ¡sino que había diecisiete o dieciocho! ¿Cuándo se habían vuelto tan malos sus estándares?
La expresión de Sara permanecía igual. Bajó una muñeca favorita. —Se llama Tu Tu. Tiene nueve años este año. ¡Es mi muñeca favorita!