Sé arrogante con papá

El empleado miró a Siete con un dejo de sorpresa. Este perro parecía bastante tonto y no valía mucho, pero este loro era bastante inteligente. Sus plumas eran suaves y hermosas, y sus ojos estaban llenos de vida. ¡Lo más importante es que era muy inteligente! ¡Un loro que podía hablar con las personas simplemente costaba decenas de miles de yuanes cada uno! Además, este tipo de loro podría no ser capaz de ser entrenado incluso después de poner mucho esfuerzo. ¡Se podría decir que no tenía precio!

El empleado seguía pensando en esto mientras le entregaba la correa del perro a Amelia.

Amelia salió con el perro callejero, mirándolo hacia atrás mientras caminaba. Caminaba con cuidado. Si alguien pasaba, inmediatamente se escondía al costado y dejaba que los demás pasaran primero. Luego, continuaba caminando.

El corazón de Amelia dolía al ver esto. Se detuvo y abrazó el cuello del perro callejero. —Está bien. No tienes que tener miedo. ¡Tienes que ser arrogante con Papá! —le susurró.