—¿Cómo sabes que no está libre si no llamas y preguntas? —Fu Sinian preguntó de nuevo.
—Es tarde. Tal vez ya haya comido.
—¿Tienes miedo de que tu ex se sienta avergonzado al ver a tu actual?
—¿Qué actual? ¿Qué ex? ¿Quién es el ex y quién es el actual? —Shi Qian preguntó repetidamente.
—¿Todavía soy un ex?
—No eres mi novio actual, y Song Yan no es mi ex —Shi Qian respondió enojada.
—El corazón de Fu Sinian se hundió. ¿No soy el actual?
Ante su mirada, Shi Qian no pudo evitar tragar saliva. Las palabras que llegaban a su boca se las tragó de vuelta.
Ella no dijo nada más, y Fu Sinian se tranquilizó.
—Invita a Song Yan a comer. Yo arreglaré lo de tu madre mañana.
—Fu Sinian, ¿qué tienen que ver estas dos cosas entre sí? No involucremos a Song Yan en nuestro asunto, ¿está bien? —Shi Qian no entendía por qué Fu Sinian estaba haciendo esto.
—Está bien, entonces ocúpate tú misma mañana.
—Shi Qian se ahogó.
—¿Es solo una comida? —Ella lo confirmó con Fu Sinian.