Presumiendo de su amor

Había una ambigüedad indescriptible entre ellos.

Shi Qian sentía que su rostro ardía y sus orejas estaban tan rojas que podría gotear sangre de ellas.

—¡Fu Sinian, estamos afuera! —Shi Qian regañó con una voz que solo ellos dos podían oír.

No solo Fu Sinian no se contuvo, sino que se acercó más a ella. Sus labios tocaron la curva de su oreja.

Su voz magnética y su aliento caliente se adentraron profundamente en sus oídos.

—¿Qué tiene de malo estar afuera? —preguntó él.

Shi Qian agarró su cintura. Usó mucha fuerza, pero Fu Sinian aún no se movía.

En los ojos de Su Ruoqing y Song Yan, sus acciones eran como las de una pareja en una dulce relación.

Su Ruoqing agarró el vaso con fuerza en un ataque de ira. El agua en el vaso chocaba de un lado a otro contra la pared del vaso porque estaba temblando.

Song Yan desvió la mirada.

La mujer que amaba estaba en los brazos de otro hombre. Era un dolor que no podía soportar.

Pero no tenía derecho a arrebatársela.