—En nuestro matrimonio solo habrá dulzura. No habrá nada infeliz en él —dijo Xiaoze—. ¡Esas personas deben estar tan envidiosas de ti!
—Están envidiosas porque tus suegros te tratan bien y te tratan como a su propia hija. No tienes ningún conflicto con tu esposo o tus suegros. Sigues siendo la hija de la familia Jiang —la cara de Xiaoze estaba llena de imaginación—. A los ojos de todos, ¡eres una ganadora en la vida! Nadie puede vivir una vida más feliz que tú. Nadie puede vivir una vida más tranquila que tú.