Decir que Li Meili estaba sorprendida era quedarse corto. Las palabras que acababan de salir de la emperatriz habían dejado a Li Meili atónita. Ahora entendía por qué su mejor amiga había cambiado de opinión repentinamente acerca de su esposo. Resultó que Zhang Jiren era el hermano gemelo de Tang Moyu, el que todos pensaban que había muerto junto con su madre al nacer.
—Moyu, yo— Li Meili se encontró sin palabras, sin saber cómo responder a la revelación de su mejor amiga. Su mente tenía dificultades para aceptarlo todo. Pero lo que captó su atención fue lo último que mencionó Tang Moyu.
—¿A qué te refieres con que está enfermo y podría morir? —preguntó a la emperatriz—. Moyu, ¿qué está pasando?
No importaba si ella y Zhang Jiren estaban en un matrimonio por contrato, porque al final del día, ella seguía siendo su esposa y él su esposo. Tenía todo el derecho de saber lo que estaba pasando con Zhang Jiren.