Cuando Zhang Jiren regresó a casa esa noche, ya pasaban de las once de la noche. Zhang Xianzhe había convocado una reunión de emergencia esa mañana y le habían regañado severamente por su larga ausencia hace un mes, paralizando la mayoría de los proyectos en curso que tenía la Corporación Zhang.
El anciano le había amenazado con que si volvía a desaparecer sin decir nada, perdería su posición como jefe de la empresa, algo que Zhang Liang esperaba con ansias. Lástima que Zhang Jiren ya lo había anticipado y había buscado la ayuda de Feng Tianyi para obstaculizar el crecimiento de la Corporación Zhang utilizando tácticas deshonestas.
Feng Tianyi estaba dispuesto a cooperar para hacer el trabajo sucio esta vez sólo porque no quería que Tang Moyu supiera lo que estaba sucediendo. Dada su delicada condición, él y Zhang Jiren acordaron no involucrarla en sus planes esta vez.