[Capítulo extra]Confianza

La cena terminó en una nota conflictiva, pero todos entendieron una cosa. Aries debía saber cómo manejar este don, al que llamaban maldición. De lo contrario, podría matarla, tal como había dicho Marsella.

Esa noche también hubo otro acuerdo, y fue que Marsella se quedara en la residencia Vandran. Aries quería quedarse en el palacio imperial con Abel, pero debido a los asuntos concernientes al consejo nocturno, tenía que quedarse en la Casa Vandran por ahora.

Por el bien de no encontrarse con noticias escandalosas sobre Aries siendo la amante del emperador y por propósitos históricos del imperio, tenían que seguir sus planes originales. Aries estaba un poco confundida de que Abel lo aceptara tan fácilmente, pero él le dijo que la invitaría de nuevo al palacio imperial legalmente.

Lo cual llevó a Aries a esta situación cuatro días después.

—¡Qué gran invernadero! —exclamó Marsella mientras caminaba por el invernadero lleno de plantas venenosas.