El castigo de Román

Veronika, Sybil y Suzanne estaban completamente sorprendidas y confundidas por el repentino giro de los acontecimientos. Habían planeado este día para disfrutar, solo para que Aries se pusiera en peligro para ayudar a un niño que ni siquiera conocía. Pero lo que fue aún más sorprendente fue que el número de caballeros —que asumieron que eran— apareció para salvar a Aries.

Dado que el suceso aún estaba fresco y Sybil casi se desmaya, Aries las envió primero con el carruaje que Román había preparado para las damas. Climaco había escoltado el carruaje de las damas bajo las órdenes de Aries.

Mientras tanto, Aries se quedó atrás y montó en un carruaje con Román. Él podría haber montado su corcel, pero no pudo rechazar la invitación de Aries.

—¿Me explicarás qué está pasando, Roma? —preguntó Aries, mirando a Román sentado frente a ella dentro del carruaje.