Habían pasado días sin eventos y de forma pacífica. Aries se había enfocado en la selección, pasando tiempo con las princesas para evitar que dijeran tonterías. Afortunadamente, Sunny, el príncipe heredero, y también la persona a cargo de la selección, había volviéndose más travieso cada día que pasaba.
El pequeño paquete de pura alegría —o lo que debería ser— constantemente añadía sufrimiento a la vida de todas las candidatas. Una vez trajo algunos perros salvajes y los dejó correr libres por el Palacio Jacinto. Lo bueno fue que nadie resultó herido, al menos, no por los perros salvajes, pero algunas damas resultaron lesionadas por huir.
Cada día para las candidatas se hacía más y más traumático al quedarse sin ideas sobre qué tipo de travesura tendría el príncipe heredero preparada para ellas al día siguiente.