Mientras tanto...
Dexter yacía inmóvil en el suelo. Su visión era borrosa, pero mantenía su enfoque en el amuleto que fue arrojado. Arrastró su mano, tratando de alcanzar el amuleto que Aries le dio, diciéndole que lo protegería.
Pero con su estado actual, sangrando profusamente después de luchar contra varias personas sin parar, el pensamiento de esta protección no cruzó por su mente. Solo no quería perder el regalo que recibió de su hermana. Sin embargo, mientras Dexter intentaba alcanzarlo, vio un par de zapatos sucios que parecían haber pisado un charco poco profundo de sangre.
—No —susurró al ver la figura agacharse para recoger el amuleto—. Eso es mío.
Dexter sintió la mirada de la persona sobre él. Entrecerró los ojos mientras miraba a la persona, pero lo único que vio fue la sonrisa de la persona que le causaba un ligero fastidio en su debilitado corazón.